Una conducta que pocos dueños de mascota logran entender, es la costumbre que tienen algunos canes de andar arrastrando el trasero, como frotando sus genitales contra el suelo. Esto puede interpretarse como una forma de obtener bienestar, pero también puede deberse a una manera más que los perros tienen para marcar su territorio.
Cerca de la abertura anal, a ambos lados, los perros presentan dos glándulas que segregan una sustancia con un olor muy fuerte y muy particular. Cuando éstos andan arrastrándose, generan una compresión de la glándula y así logran dejar su olor en lo que el animal delimita como su territorio. Estas glándulas además, se excitan cuando el perro defeca y de esta forma, hacen que las heces del animal tengan su olor característico.
De todas formas, ante esta conducta, no hay que descartar la posibilidad que el animal presente alguna irritación en la zona anal, posiblemente debido a la presencia de parásitos, como pulgas, y por ello se comporte de esta manera.