Mi perro no come ¿Qué hago? Aquí la respuesta

Observar que tu perro no come, puede llegar a ser muy estresante y preocupante. El caso es que existe una multitud de razones para la pérdida de apetito en los perros así que no es fácil saber qué ocurre en un primer momento, pero si que es importante para determinar la causa lo antes posible con el fin de diseñar el mejor plan de tratamiento. La pérdida de apetito puede ser una cuestión banal (la mayoría de los perros pueden ir un par de días sin comer y sin repercusiones significativas) , pero también puede indicar enfermedad, por lo que es importante saberlo cuanto antes, especialmente en cachorros, perros pequeños y perros mayores, para comenzar el tratamiento rápidamente.

La primera cosa a tener en cuenta es cómo se está juzgando el apetito del perro. Si estás preocupado porque tu perro no está comiendo tanto como indican las indicaciones de las etiquetas en los alimentos que  le compras, recuerda que estos son sólo promedios. Muchos perros perfectamente sanos comen sólo el 60%- 70% de la cantidad indicada en el envase. En cuanto a las necesidades calóricas mínimas se pueden calcular fácilmente con la siguiente fórmula:

Kcal/día= (30 x peso corporal en kg) + 70

ej: un perro de 20 Kg deberá ingerir un mínimo de 670 Kcal.

Tu perro no come porque está enfermo

Una disminución del apetito en los perros es a menudo un signo de enfermedad, especialmente si tu perro está exhibiendo otros síntomas al mismo tiempo. A pesar de que la pérdida de apetito en los perros no indica necesariamente una enfermedad grave,  es necesaria una atención veterinaria, porque no es fácil determinar la enfermedad subyacente. Las más significativas serían:

  • infecciones,
  • parásitos, 
  • enfermedad dental,
  • dolor,
  •  problemas de hígado,
  •  insuficiencia renal,
  • cáncer


Sólo la historia clínica , análisis de sangre, radiografías y otras pruebas complementarias, podrán descubrir que le pasa realmente a tu perro. Si no hay signos clínicos específicos de una enfermedad concreta,  el veterinario tomará una muestra de sangre para hematología y bioquímica. La bioquímica  sanguínea debe incluir un mínimo de urea, creatinina, albúmina, globulina, enzimas hepáticas y pruebas de función hepática (por ejemplo ácidos biliares), sodio, potasio, calcio, fósforo y glucosa. El análisis de orina (densidad, examen con tira y examen  del sedimento al microscopio) también puede ser útil, especialmente si se pone de manifiesto un problema renal en las pruebas bioquímicas en suero. Si la hematología, bioquímica y análisis de orina son normales, seguramente se realizarán también radiografías del abdomen y el tórax. La identificación y el tratamiento de la causa subyacente específica permitirá que el animal recupere el apetito. 

Si la pérdida del apetito es causada por una enfermedad, el veterinario puede recomendar una dieta de prescripción para satisfacer las necesidades nutricionales de tu mascota mientras se está tratando la enfermedad subyacente. El veterinario puede indicar simplemente la administración de comida suave y caliente, como el pollo hervido. Otras veces, el perro tendrá de comer un pienso especial. A veces, estas dietas no son especialmente sabrosas, especialmente si tu perro está acostumbrado a golosinas u otros alimentos. Si tu perro ya está enfermo, no debes llegar al extremo de dejarle morir de hambre en un intento de obligarle a comer la dieta prescrita. Habla con tu veterinario y probar otras alternativas. 

Si el animal sigue sin comer hasta cinco días, debe intervenirse de urgencia ya que el animal tendrá seguramente problemas de deshidratación y quizás problemas de  hipopotasemia. En principio, el soporte nutricional debe ser por vía oral (es decir, permitiendo que el alimento sea absorbido a través del tracto gastrointestinal) siempre que sea posible. Algunos perros toleran bien la alimentación con jeringa, pero esto sólo debe llevarse a cabo por personas competentes, debido al riesgo de aspiración, y no debe ser realizado si el animal empeora después del  procedimiento.

En los casos más graves, tu veterinario puede  colocarle una sonda de alimentación vía nasoesofágica (entra por la nariz y llega hasta el estómago).Las sondas nasoesofágicas, son relativamente sencillas de colocar, y son ideales para la nutrición a corto plazo en perros que no están vomitando y no tienen enfermedad esofágica. 

Los medicamentos estimulantes del apetito puede ser útiles en algunos casos: ciproheptadina oral o mirtazapina. Si hay sospecha de que el animal tiene náuseas, estas pueden ser tratada con maropitant o metoclopramida. La suplementación con vitamina B12 es útil en los perros con con enfermedad gastrointestinal. Los corticosteroides son estimulantes del apetito, pero sólo deben utilizarse si la enfermedad que tiene el perro se debe tratar con estos medicamentos, o para el tratamiento paliativo de pacientes muy enfermos.

La nutrición parenteral vía intravenosa sólo es apropiada en una pequeña proporción de perros, cuya función intestinal  está muy comprometida y no suele ser casi nunca la primera opción en la práctica general. 

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Nutrición intravenosa



Tu perro no come porque acabas de vacunarle

Las vacunas pueden salvar la vida de tu perro pero, el día de la inyección, pueden provocar ciertos efectos leves y pasajeros, los más frecuentes, la fiebre y la pérdida de apetito.

Tu perro no come porque está en un entorno desconocido

Si el apetito de su perro estaba bien hasta que se fue de viaje o lo has movido a una nueva ubicación, puede ser que tu perro no come porque pueden tener mareo o porque está nerviosos o incómodo en el nuevo lugar.Algunos perros exigentes, dejan de comer cuando se les cambia el tipo de pienso, el recipiente o su ubicación. Se le pasará...

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Si tu perro deja de comer en presencia de otros perros, prueba a darle la comida sólo


Qué hacer cuando tu perro no quiere comer


Si la falta de apetito de tu perro es un problema de comportamiento  hay una serie de cosas que puedes hacer para tratar de animar a tu mascota a comer.
  • elimina las golosinas
  • alimenta a tu mascota en un horario regular, por lo general, al menos, dos veces al día
  • haz de la hora de la comida un momento de diversión para tu mascota, por ejemplo jugando con un juguete del tipo de los que puedes colocar alimentos en su interior o recompensándole con comida tras hacer un truco
  • lleva a tu perro a dar un paseo antes de la hora de comer
  • si normalmente tu perro se alimenta otros animales, intenta darle de comer solo
  • trata de usar diferentes cuencos o platos a diferentes alturas para ver lo que prefiere el perro
  • si normalmente alimentas a tu perro alimentos secos, trata de darle otro tipo de alimentos, como los alimentos enlatados. 

Para más información sobre problemas de conducta relacionados con la alimentación, puedes consultar este artículo editado por la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona:


Factores ambientales implicados en el control de la conducta del perro y del gato: alimentación, manejo y ejercicio.


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